El impacto del estrés laboral en la conducción profesional: una amenaza silenciosa para la seguridad vial
- oriol Burgès Gascón
- 13 may
- 3 Min. de lectura
La conducción profesional en entornos laborales exigentes ha dejado de ser una cuestión meramente operativa para convertirse en un factor clave de riesgo en materia de seguridad vial. Así lo evidencia el informe "El peaje invisible", publicado por Geotab en 2025, tras encuestar a más de 3.500 conductores de camiones y furgonetas en toda Europa. El estudio revela una situación preocupante: el estrés, la presión por los plazos y la falta de apoyo estructural están afectando de forma directa a la seguridad en carretera.

Una sensación generalizada de inseguridad
Uno de los datos más llamativos que arroja el estudio es que el 89% de los conductores profesionales en España considera que el riesgo de sufrir un siniestro ha aumentado en los últimos cinco años, y un 57% cree que el incremento ha sido significativo. Esta percepción se alimenta de múltiples factores, entre ellos el comportamiento del resto de usuarios de la vía.
El 53% de los encuestados identifica el uso del teléfono móvil por parte de otros conductores como el principal peligro, seguido del exceso de velocidad (45%).
No obstante, los propios profesionales también reconocen verse forzados a incurrir en conductas de riesgo. Un 40% admite que supera los límites de velocidad de forma habitual para cumplir con sus tareas laborales dentro del horario previsto.
El estrés como factor estructural de riesgo
Más allá de las condiciones externas, el estudio pone el foco en un elemento interno pero determinante: el estrés laboral. El 48% de los conductores españoles afirma que el estrés afecta negativamente a su conducción, y un 86% está convencido de que contribuye a aumentar los peligros en la carretera. Esta presión se ve intensificada por factores como la congestión del tráfico, las obras constantes en la red vial, la falta de áreas de descanso adecuadas y la presión horaria.
El entorno laboral tampoco contribuye a mitigar este malestar. Uno de cada dos conductores afirma no recibir ningún tipo de ayuda por parte de su empresa para gestionar el estrés o afrontar problemas relacionados con la salud mental. Este dato evidencia una carencia estructural en la gestión del bienestar emocional de los trabajadores del transporte.
Una situación que se repite en toda Europa
El fenómeno no es exclusivo de España. A nivel europeo, los datos son igualmente reveladores: el 91% de los conductores considera que el estrés laboral impacta negativamente en su conducción, y el 70% lo asocia con un aumento de los riesgos viales. Además, el 50% de los profesionales reconoce que habitualmente sobrepasa los límites de velocidad para poder completar su jornada laboral.
La situación es especialmente alarmante en países como Irlanda (64%), Países Bajos (62%) y Alemania (59%). Y las consecuencias no tardan en llegar: casi la mitad de los conductores (47%) se ha planteado dejar su trabajo en el último año, en un contexto de fuerte escasez de personal en el sector. Según McKinsey, Europa necesitará más de 745.000 nuevos conductores profesionales para 2028.
Tecnología y formación: palancas para el cambio
No todo son malas noticias. El informe también detecta una disposición positiva hacia la mejora: el 69% de los conductores europeos y el 80% de los españoles apoya la adopción de tecnologías que contribuyan a una conducción más segura y menos estresante. Desde sistemas telemáticos hasta herramientas de asistencia avanzada, la digitalización puede desempeñar un papel clave.
En este contexto, la formación continua se convierte en una herramienta esencial, no solo para perfeccionar habilidades técnicas, sino también para dotar a los conductores de herramientas para gestionar el estrés, planificar mejor sus rutas y prevenir la fatiga.
Desde Fundación CNAE defendemos un modelo formativo que integre la seguridad vial con la salud laboral, abordando no solo los riesgos técnicos, sino también los emocionales y organizativos.
Conclusión: prevenir desde la base laboral
Afrontar el impacto del estrés laboral en la conducción profesional requiere una estrategia integral que involucre a empresas, administraciones públicas, entidades formativas y a los propios trabajadores. Diseñar entornos laborales más humanos y seguros no es solo una cuestión ética: es una necesidad operativa para reducir la siniestralidad, mejorar la productividad y fidelizar talento en un sector estratégico para la economía.
La seguridad vial, especialmente en el ámbito profesional, no se construye solo en la carretera. También se construye desde los horarios, los ritmos de trabajo y la cultura organizativa. Apostar por ello es apostar por el futuro de la movilidad.
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